Opiniones de los médicos sobre las políticas gubernamentales en relación con los derechos en salud reproductiva de las mujeres

Ilustración del sistema reproductor femenino junto a una jeringa y placas de Petri, lo que sugiere un procedimiento médico o reproductivo.

¿Cuándo pasa a haber demasiada regulación en lo que se refiere a los derechos en salud reproductiva de las mujeres? Se trata de una pregunta urgente para los médicos que se enfrentan a los desafíos éticos, de seguridad y accesibilidad de su profesión.

Incluso los médicos están divididos. En una encuesta reciente de Sermo, el 53 % de los médicos estaba a favor de que hubiera ninguna regulación para la FIV, mientras que solo el 11 % defendía una regulación completa. Para los servicios de aborto, las opiniones divergen de manera similar, con un 48 % opuesto a la regulación y un 15 % que la apoya.1 ¿Qué hay detrás de estas diferencias y cómo afectan a la atención que reciben los pacientes?

En este artículo se examina cómo perciben los médicos de la comunidad de Sermo la intervención del gobierno en la ley para la salud reproductiva y la fertilidad.

Conocimiento de las normas gubernamentales para los tratamientos de FIV

Los tratamientos de FIV, esenciales para muchas parejas con problemas de fertilidad, tienen una regulación desigual en diferentes estados y países. Esta desigualdad crea disparidades en el acceso y plantea cuestiones éticas. Por ejemplo, en una resolución judicial reciente en el estado de Alabama se determinó que los embriones fuera del útero deben tratarse como niños,2 lo que provoca temores sobre una limitación de la creación de embriones, prohíbe la congelación de embriones de reserva y supone un mayor coste del tratamiento.

Un miembro de Sermo de medicina de familia captó estas preocupaciones: “La nueva ley de Alabama que trata a los embriones como niños plantea preocupaciones sobre el futuro de la FIV. Hay miedo en relación con restricciones para la creación y el uso de los embriones, lo que afecta de forma negativa la accesibilidad. Es necesario un diálogo abierto para establecer un marco jurídico y ético claro que proteja los derechos de todas las partes implicadas.3

El sondeo de Sermo destaca la variedad en las perspectivas de los médicos en relación con la legislación y la regulación por parte del gobierno de la FIV:

Los resultados de la encuesta sobre la legislación por parte del gobierno de la FIV desvelan datos sobre los derechos de las mujeres para la salud reproductiva: el 11 % apoya una regulación total, el 36 % se muestra a favor de una regulación parcial y el 53 % se oponen a ello por completo. Estos resultados reflejan las perspectivas diversas de los médicos. Fuente: Comunidad de Sermo, encuesta 2024.

Estos resultados demuestran una división clara entre los profesionales de la salud, mientras que la mayoría se decanta por una interferencia gubernamental mínima o nula .

Los médicos se muestran preocupados porque una intervención gubernamental excesiva podría afectar de manera negativa a los pacientes con una:

  • Reducción de las opciones para los pacientes: “Las decisiones relacionadas con la reproducción no se deben controlar por decreto,4” señaló un médico de familia. “Tener familia es ya de por sí una decisión suficientemente importante sin el temor a represalias por parte del gobierno o tener que viajar para que un procedimiento como la FIV se haga con seguridad.”
  • Elevación del coste y menos eficiencia: limitar el número de embriones o la prohibición de congelarlos podría hacer que los tratamientos de FIV sean menos efectivos e inasequibles.
  • Desigualdad en el acceso: la variedad de las normas en los diferentes estados podrían crear disparidades, limitando las opciones para los pacientes en función de donde se encuentren. Por otro lado, la posible política de FIV que podría introducir con la llegada al gobierno de Trump podría dar mayor acceso a financiación para el tratamiento pero con una mayor regulación.5

Aunque los médicos tienen diferencias en cuanto al grado de regulación, hay muchos que se decantan por un punto intermedio: las normas deberían priorizar la seguridad sin comprometer la autonomía.

“La intervención del gobierno debería aplicarse solo a la seguridad de las instalaciones y no a la toma de decisiones sanitarias,4” enfatizó un fisiatra.

Si se mantiene este delicado equilibrio de priorizar la seguridad en la regulación, los médicos creen que es posible apoyar el acceso, la equidad y la atención centrada en la persona en los servicios de salud reproductiva.

Las innovaciones pueden llevar a más regulación

Una profesional de la salud, guiada por su conocimiento de los derechos de salud reproductiva de las mujeres, hace una ecografía a una mujer embarazada que está acostada en una camilla de exploración, y se puede ver la imagen en un monitor.

Aunque muchos miembros de Sermo defienden una intervención mínima del gobierno centrada principalmente en la seguridad, la rapidez de la innovación tecnológica en la FIV podría requerir marcos regulatorios ampliados.

Innovaciones como el sistema BELA AI, que mejora la FIV a través de la evaluación de la calidad del embrión y la eliminación de sesgos, están remodelando la salud reproductiva. Como señaló el Dr. Nikica Zaninovic, “BELA y otros modelos de IA parecidos podrían ampliar la disponibilidad de FIV a áreas que no cuentan con la tecnología más puntera, lo que mejoraría la equidad en todo el mundo.6

Sin embargo, estos avances conllevan nuevos retos de carácter normativo. Es posible que los marcos legales de la FIV tengan que ampliarse para garantizar las normas éticas y la uniformidad en lo relativo a:

  • La seguridad de los datos
  • El uso equitativo
  • La estandarización en diferentes regiones6

Los responsables de las políticas se enfrentan a la delicada tarea de fomentar la innovación a la vez que se salvaguardan la equidad y la confianza, lo que destaca la importancia de la colaboración entre médicos, tecnólogos y reguladores para mantener la atención centrada en la persona.

Análisis de la legislación sobre el aborto: ¿dónde se sitúan los médicos?

La legislación sobre el aborto en los Estados Unidos sigue siendo uno de los temas que más discordia causan en la atención sanitaria, y afecta no solo a los pacientes sino también a los médicos responsables de brindar atención.

Las restricciones a nivel estatal, como las aplicadas en Alabama, exponen la complejidad de la tensión entre la ética médica y las normativas que vienen impulsadas la política. “En los Estados Unidos, los asuntos relacionados con el tratamiento de las personas por motivos reproductivos o con medicamentos hormonales dependen de la política del estado,7” indicó un médico de medicina interna. Este enredo entre la política y la atención médica plantea preocupaciones importantes sobre cómo influyen las regulaciones en los resultados de los pacientes y la práctica médica.

Los datos de una encuesta de Sermo revelan el espectro de opiniones de los médicos en relación con la regulación para el aborto:

La imagen muestra los resultados de la encuesta sobre la regulación para el aborto: el 15 % a favor de una regulación completa, el 37 % a favor de una regulación parcial y el 48 % se oponen totalmente a la regulación. Refleja las perspectivas de los médicos en una encuesta en la comunidad de Sermo del 2024 sobre los derechos de salud reproductiva de la mujer.

Esta división refleja una tensión fundamental entre los médicos y el aborto: aunque hay algunos médicos que consideran que las leyes para el aborto en los Estados Unidos son una herramienta para mantener un control ético, a otros les parece que es un obstáculo que compromete la autonomía del paciente y el acceso a la atención.

¿Por qué es tan controvertida la regulación del aborto?

A menudo los médicos se encuentran en la intersección de la política, la ética y la práctica médica, lidiando con las leyes que afirman proteger a los pacientes pero que muchas veces introducen consecuencias no deseadas. Las principales preocupaciones relacionadas con las regulaciones restrictivas para el aborto incluyen:

  • Afectación de la seguridad: las leyes que restringen los servicios de aborto a menudo conducen a procedimientos clandestinos, lo que conlleva prácticas poco seguras y un mayor riesgo para las pacientes.
  • Acceso limitado: las zonas rurales y desatendidas se llevan la peor parte de las políticas restrictivas, dejando a las poblaciones vulnerables con pocas opciones de atención, o incluso ninguna.
  • Politización de la atención sanitaria: cuando las leyes vienen impulsadas por temas ideológicos, se erosiona la confianza en la relación médico-paciente y dificulta la capacidad de los médicos para ofrecer atención imparcial centrada en la persona.1

“Me parece terrible la noción de que los médicos hayan estado o estén influidos por la política y/o la religión de tal manera que la atención al paciente se haya visto o se vea afectada” dijo un fisiatra. “Los pacientes deben ser informados sobre estas creencias por anticipado.7

La regulación puede limitar el acceso

El efecto dominó de las leyes restrictivas para el aborto se extiende más allá de los pacientes individuales, influyendo en todo el sistema sanitario en su conjunto. Los médicos dicen que dejan las regiones con regulaciones estrictas, lo que agudiza la escasez de fuerza laboral ya existente en las áreas desatendidas.

“La creciente escasez de médicos pone de relieve la repercusión de las decisiones políticas en la sanidad,7” explicó un médico de familia de Argentina. “El éxodo de médicos de las regiones con políticas restrictivas, como la prohibición del aborto, muestra cómo pueden influir estas presiones en dónde elegimos ejercer, y esto afecta la atención que reciben los pacientes.”

Este fenómeno deja a las comunidades, especialmente en las zonas rurales o conservadoras, sin apoyo médico suficiente, dando lugar a disparidades en el acceso a la atención sanitaria. Un médico de familia de Cuba destacó esta disparidad: “Debido a problemas políticos, hay escasez de recursos y medicamentos, lo que hace que sea muy difícil trabajar. Muchos se marchan para mejorar su situación financiera porque se paga muy poco7.”

La opinión compartida de todos estos médicos es que la legislación reproductiva debería dar prioridad a la accesibilidad de la salud y a la retención del personal.

Consideraciones éticas: Autonomía frente a regulación

Un médico en bata blanca habla sobre documentos médicos con una paciente sobre un escritorio en una sala bien iluminada.

Para muchos médicos, el trabajo relacionado con el aborto está cargado de complejidades éticas, especialmente cuando las leyes restrictivas entran en conflicto con la autonomía del paciente. Los abortos en casos de emergencias ponen de relieve esta tensión, donde los médicos deben sopesar los mandatos legales con su obligación ética de salvar vidas y priorizar el bienestar del paciente.

“La medicina y la atención sanitaria se deben guiar y gobernar por leyes que protejan por igual los derechos del paciente y del profesional médico,7” subrayó un patólogo. Pero estas leyes a menudo intensifican los dilemas morales, especialmente en lo que se refiere a los derechos de los embriones, lo que complica aún más la toma de decisiones.

Esta es la reflexión de un médico de medicina interna, “La creación de embriones se presta a la posibilidad de destruirlos, lo que plantea preocupaciones éticas.4

La legislación restrictiva para el aborto en los Estados Unidos también tiene mucha repercusión en la relación médico-paciente. La confianza y la confidencialidad, pilares esenciales de una atención eficaz, se ven amenazadas por las políticas que priorizan la ideología en detrimento del bienestar de los pacientes.

“La política y los políticos raramente hacen las cosas debidamente,” señaló un cirujano general en el Reino Unido, “y cuantos más ajustes hacen (especialmente para las cosas que estaban funcionando), más desbarajuste causan.7

A pesar de las diferentes opiniones en relación con la regulación del aborto, hay un consenso compartido entre los médicos: las políticas deben priorizar la seguridad y la autonomía del paciente, evitando la politización de la atención.

Problemas asociados con la intervención gubernamental en la salud reproductiva

La repercusión de las regulaciones gubernamentales en materia de salud reproductiva conforma las experiencias tanto de los médicos como de los pacientes. Aunque la regulación puede proporcionar salvaguardas, muchos profesionales de la salud consideran que la intervención del gobierno es una amenaza para la autonomía y la calidad de la atención que ofrecen.

Los datos de Sermo resaltan estas preocupaciones. Los médicos han identificado varios riesgos clave asociados con la sobreactuación del gobierno en la salud reproductiva:

  • El 17 % citó la vulneración de las libertades personales
  • El 4 % indicó estar preocupado por la disminución de la seguridad y los estándares éticos
  • El 7 % señaló la limitación en la disponibilidad de los servicios
  • El 2 % mencionó los riesgos para la intimidad del paciente
  • El 21 % apuntó la politización de las decisiones sanitarias
  • Más sorprendentemente, el 48 % destacó todos estos riesgos combinados1

Un médico de medicina interna expresó un sentimiento común: “En nuestros modelos de atención centrados en la persona, se debe permitir a los pacientes que tomen las decisiones sobre sus embriones.3

Para muchos médicos, el manejo de las pacientes que requieren aborto o servicios de fertilidad se ha convertido en una tarea desalentadora: el 69 % de los médicos encuestados indicó tener preocupaciones.1 El miedo no es algo abstracto; afecta directamente su capacidad para proporcionar una atención ética y centrada en la persona.

Para contrarrestar estos retos, los médicos abogan por políticas que priorizan la seguridad de los pacientes sin comprometer su autonomía o la decisión del médico. “Un político no sabe nada sobre la medicina, a no ser que ese político sea médico y conozca las situaciones cotidianas que suceden en un centro de salud o en un centro de un nivel superior,7” dijo un médico de familia.

Conclusiones

Como muestran los datos de la encuesta de Sermo, la intervención del gobierno en la salud reproductiva revela diferencias profundas entre los médicos. Aunque hay algunos que consideran que la regulación es necesaria en aras de la seguridad y la supervisión ética, otros creen que compromete la autonomía y el acceso.

Los principales problemas son, entre otros, que las leyes restrictivas fomentan las desigualdades, politizan la atención y erosionan la confianza en la relación médico-paciente, mientras que innovaciones como la IA en la FIV añaden complejidad, lo que destaca la necesidad de políticas consideradas y equilibradas.

Los médicos se decantan por marcos que prioricen la seguridad y la equidad sin entrar en temas ideológicos, para asegurar que la salud reproductiva siga siendo compasiva y centrada en la persona.

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Footnotes

  1. Sermo, 2024. Should the Government Manage Fertility and Reproductive Health?
  2. BBC Future, 2024. What is an embryo? Global medical definition of personhood IVF ruling.
  3. Sermo, 2024. Comentario en el sondeo: ¿Debería gestionar el gobierno la salud reproductiva y la fertilidad?
  4. Sermo, 2024. Comentario el sondeo: Día 2—Promoción de sensibilización sobre de la Infertilidad.
  5. BBC News, 2024. Trump says insurance or government should pay for IVF.
  6. Weill Cornell Medicine, 2024. A fully automated AI-based system for assessing IVF embryo quality.
  7. Sermo, 2023. El 64 % de los médicos dice que la política afecta su trabajo médico.